Me encanto la arquitectura del restaurante, con el patio central y todo plagado de decoración isleña.
Parada obligatoria para degustar la comida típica y los vinos de la zona, sobretodo la Malvasía, un vino blanco riquísimo de bodegas la Geria. Me gustó mucho la ropa vieja y el Bienmesabe.
El precio adecuado. El servicio bueno. Todo perfecto.